- 210g de harina (y más para ajustar la consistencia)
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- ½ cucharadita de sal
- 3 huevos
- 150g de azúcar
- 113g de mantequilla derretida
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- ½ cucharadita de extracto de anís

1. Mezcla la harina, levadura en polvo y sal en un tazón pequeño. En otro tazón grande, bate los huevos y el azúcar hasta que estén esponjosos. Incorpora la mantequilla derretida (tiene que estar fría), vainilla y anís. Agrega los ingredientes secos poco a poco hasta obtener una masa suave pero espesa.

2. Calienta la pizzelle iron (placa para pizzelle) y coloca una cucharada de masa en el centro. Cierra la tapa y cocina por 30 a 40 segundos, o hasta que estén ligeramente doradas. Retíralas con cuidado y colócalas sobre una rejilla para que se enfríen.

3. ¡No te preocupes si los primeros intentos no salen perfectos o se rompen, eso es normal hasta que le encuentres el punto! Así como con las crepes, a veces es necesario ajustar la técnica hasta obtener la pizzelle ideal.

Las pizzelle no solo son un postre delicioso, sino también una ventana a la rica tradición culinaria de Italia. Con su historia arraigada en celebraciones familiares y su sabor versátil, estas galletas han conquistado corazones más allá de las fronteras italianas. Para los italianos que viven en otros países, preparar y disfrutar pizzelle puede ser una forma maravillosa de conectar con sus raíces y compartir un pedacito de su hogar con sus seres queridos.

Las pizzelle representan más que una simple galleta; son un vínculo tangible con el pasado, una tradición transmitida de generación en generación. Cada mordisco puede evocar recuerdos de las reuniones familiares, las festividades y los momentos compartidos en torno a la mesa. Para aquellos que extrañan los sabores de Italia, hacer pizzelle puede ser una forma de traer un poco de la patria a su nueva vida.

Si bien las pizzelle tradicionales son insuperables, no tengas miedo de experimentar con nuevas formas y sabores. Puedes agregar cacao en polvo a la masa para hacer pizzelle de chocolate, o espolvorear un poco de azúcar glas por encima para un toque extra de dulzura. La creatividad no tiene límites, y cada variación puede convertirse en una nueva tradición en tu hogar.

Invita a tus amigos y familiares a unirse a ti en la cocina y compartan juntos la experiencia de hacer pizzelle. No solo disfrutarán de un delicioso postre, sino que también crearán nuevos recuerdos y fortalecerán los lazos a través de una actividad compartida. 

¡Buon appetito!